Violencia obstétrica

¿Qué es? ¿Qué consecuencias trae la violencia obstétrica?

Según la OMS, “la violencia obstétrica consiste en el maltrato físico, humillación y abuso verbal, procedimientos médicos coercitivos o no consentidos, no obtener un consentimiento informado, negativa a administrar medicamentos para el dolor, descuido de la atención o violaciones de la intimidad”.

Vemos la violencia obstétrica que es un hecho reconocido a nivel mundial y que debemos erradicar. 

La violencia obstétrica debe ser denunciada, sí.

No podemos permitir que, en momentos de máxima vulnerabilidad de una mujer, su gestación y parto, ella se sienta poco respetada, e incluso maltratada. Hablar de ello, aceptar que existe y tratarla es la clave para un cambio real en este ámbito.

Para ayudar a eliminar la violencia obstétrica, debemos actuar desde dos vertientes

  • La primera es a nivel institucional, promoviendo un sistema que informa adecuadamente y que da libertad de elección verdadera. Para ello los centros asistenciales y sus profesionales tienen que estar bien formados y mantenerse en constante revisión de sus prácticas.
  • La otra es a nivel personal, las mujeres deben empoderarse realmente reconociendo que en su interior puede haber dolor o miedo inconsciente que puede hacer que atraigan experiencias que confirmen eso que vibran internamente. 

Yo, Imma Campos, como profesional sanitaria, veo que he ejercido violencia obstétrica, he hecho muchas episiotomías innecesarias, he roto bolsas de las aguas, acelerado partos y podría nombrar muchas otras.

Y te aseguro que nunca lo hice con intención de dañar a nadie, lo hice por un desconocimiento brutal o por seguir unas rutinas establecidas que en aquel momento me decían que eran las correctas. 

Reconozco que cada vez que me encontraba en esas experiencias, mi mente lo aceptaba, pues era lo que había que hacer, pero mi corazón sentía un dolor inmenso.

Abrirme a escuchar ese dolor fue mi motor para empezar a investigar nuevas formas de hacer que me hicieran estar más tranquila y que fuesen más coherentes con mi sentir. Así cambió mi forma de trabajar, escuchado la sabiduría del amor que habita dentro de mí y que me guía para cuidarme y cuidar de la vida. 

El cambio verdadero viene de cada ser que se conecta con una verdad única, que es el amor y el respeto hacia una misma y hacia los demás. Suena difícil, pero es el camino más fácil y satisfactorio para todos.

No hay maltratadores si no hay víctimas. Sanemos nuestras tendencias que nos llevan a atraer circunstancias que nos dañan y a ejercer violencia en otros. Hago así un llamado a la autorresponsabilidad y al trabajo personal para cambiar los patrones de dolor que se perpetúan y que hace que siga la lucha entre bandos. 

La práctica de yoga es ese espacio de sanación profundo donde nos conectamos con una vibración armoniosa dentro de nosotras y eso es lo que vibramos al exterior. Equilibra tendencias descompensadas en tu interior que te llevan a una vida llena de tensión y sufrimiento.

Recuerda el cambio empieza por ti, es tan sencillo que casi lo olvidamos.

Todas las prácticas obstétricas pueden ser necesarias en algún momento concreto:

. un tacto vaginal

. una inducción al parto

. la administración de una anestesia

. la realización de una cesárea

. una episiotomía (corte en el periné durante la salida del bebé)

. un alumbramiento dirigido (administración de medicación para ayudar a salir la placenta)

pero cuando esas prácticas se hacen por rutina, por acortar los procesos y sin una adecuada información y sobre todo sin un consentimiento real de la mujer, pueden generar esa forma de abuso en la que las mujeres se sienten maltratadas y poco respetadas. 

Y una de las cosas más importantes para que una mujer se sienta respetada, es que pueda estar siempre acompañada de su pareja o quien ella decida, que nunca se quede sola ante las vivencias intensas de parir y ser madre.

Y una de las cosas más importantes para que una mujer se sienta respetada es pueda estar siempre acompañada de su pareja o quien ella decida, que nunca se quede sola ante las vivencias intensas de parir y ser madre.

¿Has sufrido violencia obstétrica y quieres sanarla?

Te proponemos hacer esta meditación para sanar, tanto si has recibido violencia obstétrica como si estás embarazada y quieres sanar heridas del pasado.

Meditación para sanarla si has sufrido VO

Siéntate en un lugar dónde puedas estar tranquila y relajada durante un tiempo.

Te sientas cómoda en postura de meditación.

Cierra tus ojos.

Coloca tus brazos abiertos al lado de tu cuerpo con los codos flexionados cerca de tu torso, las palmas de las manos miran hacia arriba.

Manteniendo esa postura canta por 11 minutos el mantra Ramadasa Sa Sei So Hung, puedes seguir un audio, te recomiendo la versión de Snatam Kaur. Mientras vibras el mantra siente como todo tu cuerpo recibe sanación en aquellos lugares donde ha sufrido dolor y maltrato.

Al acabar lleva las manos a tu corazón y envía amor a tus experiencias pasadas que te han ayudado a conocerte más y avanzar en el camino de la

Qué es la violencia obstétrica y cómo puedes sanarla

Si te ha gustado la información y todo lo que Imma Campos explica, puedes encontrar en más en nuestro blog y también en nuestro instagram.

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